1 de diciembre de 2018

A cien años de "Los Sucesos de Natales"

  El próximo 23 de enero de 2019 se cumplirá un siglo desde que se produjeron los trágicos "Sucesos de Natales", un enfrentamiento entre los trabajadores del frigorífico de Puerto Bories y los empleados y policías de la todopoderosa "Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego". El balance final fue de varios muertos, las organizaciones obreras fueron reprimidas y sus líderes perseguidos.


Esta es la cronología de aquellos infaustos acontecimientos.

1905: la "Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego" obtiene 350.000 hectáreas en la provincia de Última Esperanza, convirtiéndose en dueña del noventa por ciento de los campos ganaderos de esa región. Allí instalarán medio millón de ovejas previo desalojo de los colonos que ya habitaban ese territorio. Detrás de la compañía ganadera se encuentra Moritz Braun, José Menéndez y los capitales británicos.

Junio 1911: se funda en Punta Arenas la Federación Obrera de Magallanes, la FOM, que llegó a alcanzar 6.000 afiliados.

1912: se reinstala la Aduana en Punta Arenas lo que provoca inmediatamente el alza de los precios de los alimentos básicos y la protesta de los habitantes de la ciudad: "bastó la simple promulgación del decreto y los comerciantes, esa crapulosa asociación de ladrones legitimados, recargó los artículos un cuarenta por ciento del precio diario, colocando a los trabajadores dentro del terrible dilema del hambre o de la lucha, La burguesía nos sitia por hambre, mientras ella derrocha nuestro sudor en suntuosos festines” (Gregorio Iriarte).



Marzo 1912: boda de uno de los hijos del "rey de la Patagonia", Julio Menéndez Behety. Se organiza una lujosa fiesta sin reparar en gastos en el palacio de Menéndez, en el mismo momento en el que afuera la gente padecía hambre y vestía harapos. 

1915: “La Explotadora” pone en marcha el frigorífico de Puerto Bories, cinco kilómetros al norte de la localidad chilena de Puerto Natales y que se encargará de procesar el ganado de sus haciendas en Chile pero también el de las vecinas estancias argentinas, propiedad de los mismos latifundistas, Menéndez, Braun, Blanchard, etc. La producción será destinada a los soldados británicos de la I Guerra Mundial, un sangriento conflicto que hará inmensamente ricos a los comerciantes.

Diciembre 1918: el parlamento chileno aprueba la Ley nº. 3446 de Residencia, que permite la expulsión sumaria de los extranjeros que propaguen doctrinas socialistas o anarquistas, consideradas subversivas por el gobierno.



23 Enero de 1919: se produce una protesta de los obreros del frigorífico de Puerto Bories, que solicitaban una rebaja del coste de los artículos de primera necesidad que suministraban las casas de comercio mayoristas. La situación se agrava al disparar el administrador del frigorífico, William L. Kidd, al subsecretario de la Federación Obrera de Magallanes, Carlos Viveros, que resultó muerto. Producto de las escaramuzas con los carabineros, fallecieron seis obreros y cuatro policías, y resultó incendiada la casa de comercio de Braun & Blanchard, acusada de inflar los precios de las mercaderías básicas. 

Una expedición de la policía argentina ingresa a territorio chileno para dispersar a los huelguistas. estaba compuesta por cinco oficiales, cuarenta soldados y media docena de civiles, que salieron de Río Gallegos traspasando la frontera por la zona de Cancha Carrera. La tropa fue transportada en tres camionetas que facilitó el Garaje Patagonia de la "Sociedad Anónima Importadoray Exportadora de la Patagonia", empresa que también era propiedad de Braun y Menéndez. En Chile, los soldados argentinos fueron alojados en la estancia “Cerro Castillo”, propiedad de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego. 



El gobernador Luis Contreras Sotomayor envió un batallón del ejército que puso término a la denominada “Comuna de Natales”, deteniendo a una treintena de trabajadores, algunos de los cuales fueron condenados a largos años de prisión. Los obreros presos fueron conducidos a Punta Arenas encerrados en las bodegas del Alejandro, uno de los buques de la naviera Menéndez-Behety.

Julio 1920: incendio del local de la FOM en Punta Arenas: “Los obreros se defendieron y se generalizó el tiroteo. Se calcula que quemaron alrededor de dos mil tiros. Muertos por parte de los defensores y heridos 12 y 2 de los otros, los asaltantes prendieron fuego a la casa. De entre los escombros se extrajeron 3 cadáveres carbonizados” (Guillermo Bañados). Uno de los instigadores del asalto fue Alfredo Gorostiza, gerente de la "Sociedad Anónima Ganadera y Comercial Menéndez-Behety".


Diciembre 1921: brutal represión de las huelgas rurales en Santa Cruz, Argentina, con un millar de fusilados. Fue precisamente en el casco de la estancia “Anita”, fundada una década antes por José Menéndez y Mauricio Braun, donde se refugiaron los últimos huelguistas. Tras rendirse incondicionalmente al ejército fueron asesinados sin contemplaciones y enterrados todos juntos en el anonimato de una fosa común: “Allí se mató a gente indefensa, sin otra culpa que pedir un mejor salario. Por eso estuvimos prisioneros recibiendo malos tratos, nos robaron todo lo que teníamos y después, a los chilotes que no fueron elegidos por los patrones, los fusilaron sin misericordia. En ninguna guerra se fusila a prisioneros desarmados como lo hizo el ejército argentino” (Luis Mancilla).

1930: fue se inicia la construcción de la iglesia de María Auxiliadora en Puerto Natales, financiada íntegramente con fondos de la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego. Se trata de un ejemplo más de la conexión entre estancieros y salesianos, cuyos historiadores escribirán una historia complaciente y halagadora de los poderosos.

Sin embargo, un siglo después los natalinos evocan con respeto la memoria de sus vecinos, que fueron capaces de rebelarse valientemente contra un inhumano sistema de explotación laboral. Su memoria está intacta.


Les recomendamos la lectura de 5 libros de autores chilenos y argentinos que, desde distintas perspectivas, abordan la historia del movimiento obrero patagónico del siglo XX:

- La masacre en la Federación Obrera (2002), de Carlos Vega Delgado
- La rebelión de los tirapiedras (2010), de Ramón Arriagada
- La Patagonia rebelde (1972), de Osvaldo Bayer
- El paso del diablo (2004), de Pavel Oyarzún, y
- Los chilotes de la Patagonia rebelde (2012), de Luis Mancilla







11 de julio de 2018

La Historia de la Patagonia contada por mujeres (II)



Historiadoras, arqueólogas, escritoras, investigadoras, existen excelentes libros escritos por mujeres que abordan la Historia de la Patagonia y Tierra del Fuego. Algunas autoras, como Anne Chapman, han alcanzado gran fama y reconocimiento; otras, la mayoría, han pasado desapercibidas a la crítica y a los lectores. En esta segunda nota añadimos algunos títulos más, recomendando vivamente su lectura, y poniendo el acento en el papel irrelevante que la mujer ocupa en una Historia narrada –y protagonizada- tantas veces por los hombres.

Fotografías de Martin Gusinde en Tierra del Fuego (2008), de Marisol Palma Behnke

Estamos probablemente ante la mejor investigación sobre el corpus fotográfico del sacerdote verbita. Escrito por la historiadora Marisol Palma Behnke, fue publicado originalmente en alemán en 2008 y ha sido editado en español por la Universidad Alberto Hurtado en 2013. Constituye un monumental análisis de las imágenes que Gusinde tomó a los pueblos e la Patagonia y Tierra del Fuego. La autora también penetra en el archivo Gusinde y nos revela sus diarios inéditos y sus pensamientos más profundos. Nos narra cómo negociaba la obtención de las fotografías, mediante el pago en alimentos, regalos o dinero, y cómo preparaba la toma para que la instantánea pareciera lo más auténtica posible. La doctora Palma concluye: "Nadia antes que él había logrado una cercanía semejante y una comprensión tan profunda de su mundo espiritual. Gusinde buscó el acceso a esta dimensión cultural, encontrándola en el mundo de los mitos y en los rituales de iniciación en los que pudo participar". Lean el libro, no les va a decepcionar.

Rosa Yagán. Lakutaia le Kipa (2011), de Patricia Štambuk

El pueblo Yagán, los legendarios yámanas del archipiélago de Tierra del Fuego, hombres y mujeres que llevan 6.000 años navegando por los canales más australes de América, capaces de la epopeya de ser los primeros en alcanzar el Cabo de Hornos, allí donde se acaba el camino. La historia de estos protagonistas del extremo sur, verdaderos descubridores de islas, canales, bahías, ensenadas y penínsulas, la cuenta Patricia Štambuk en un libro que se ha convertido en todo un clásico: "Rosa Yagán. Lakutaia le Kipa". La escritora magallánica destaca "la extraordinaria capacidad de adaptación de los yaganes en un entorno natural agresivo, que conocieron a fondo y dominaron (...) demostraron ser capaces de aprender castellano e inglés, mientras los nuevos colonizadores y aún los misioneros no pudieron jamás aprender a hablar fluidamente el yagán". Unos misioneros que "apresuraron la extinción de los yaganes al detener su nomadismo". El libro es imprescindible porque nos permite escuchar la voz de una mujer excepcional, Lakutaia, que se lamenta de cómo los europeos impusieron sus costumbres a la fuerza: "se perdieron los antiguos nombres que los yaganes dieron a cada parte del mar y de la tierra. No hubo respeto. Nadie preguntó". Siete ediciones y varios premios internacionales avalan una obra insustituible.

Indígenas y misioneros en la Patagonia (2008), de María Andrea Nicoletti

El libro "Indígenas y misioneros en la Patagonia", escrito por la historiadora argentina María Andrea Nicoletti, docente en la Universidad de Río Negro e investigadora del Centro Superior de Investigaciones (Conicet), es una de las referencias esenciales para poder entender el papel jugado por los misioneros salesianos en el moderno proceso de colonización de esa región. Publicado en 2008 por Ediciones Continente, la profesora Nicoletti profundiza en la complicada relación interétnica entre los habitantes originarios y los religiosos, que concluyó con el final del modo de vida ancestral de los primeros. Tras un monumental proceso de investigación en los archivos salesianos, la autora demostró que los misioneros que acompañaron a Roca en su campaña militar, incurrieron en una gravísima contradicción al vulnerar las líneas maestras del plan de evangelización trazado sobre el papel por sus superiores, participando en una expedición armada cuya principal objetivo era el exterminio de los pueblos indígenas, y no su protección. Les invitamos a leer la excelente reseña de este libro escrita por la doctora Diana Lenton.

Los selk’nam (2002), de Anne Chapman

La antropóloga franco-norteamericana Anne Chapman fue una de las mayores expertas en la cultura de los pueblos originarios del extremo más austral de América. Sus trabajos nos permiten conocer importantes datos sobre las costumbres de los selk’nam y yaganes, recopilando además valiosísimos testimonios orales de destacados miembros de estas comunidades que ya forman parte de la posteridad. En esos relatos, los sobrevivientes selk'nam hablan de las persecuciones a las que fue sometido su pueblo y señalan a José Menéndez y a su sanguinario administrador, Alexander Mac Lennan, como los principales responsables. En la fotografía que sirvió de portada para uno de sus libros, vemos a la gran Ángela Loij, una de sus informantes selk’nam. Dos grandes mujeres para narrar la historia de un pueblo legendario. Un pueblo que, tristemente, vio desaparecer su modo de vida tradicional tras la llegada de los colonizadores pero cuya memoria regresa hoy con fuerza gracias a los selk'nam actuales. 

La tierra del fuego (1998), de Sylvia Iparraguirre

La excelente escritora argentina Sylvia Iparraguirre escribió en 1998 esta excepcional novela histórica. En "La tierra del fuego" la autora, a través de las supuestas memorias de John William Guevara, personaje ficticio, narra el encuentro en 1830 entre yámanas e ingleses y la persistencia "civilizadora" de los misioneros anglicanos que desembocará en la matanza de Wulaia. Se trata de un libro escrito con gran rigor histórico que utiliza fuentes del National Archive de Londres. Es una obra fundamental para conocer el devastador efecto que las misiones causaron entre los pueblos indígenas de Tierra del Fuego.

10 de julio de 2018

La Historia de la Patagonia contada por mujeres (I)


  Historiadoras, arqueólogas, escritoras, investigadoras, existen excelentes libros escritos por mujeres que abordan la Historia de la Patagonia y Tierra del Fuego. Algunas autoras, como Anne Chapman, han alcanzado gran fama y reconocimiento; otras, la mayoría, han pasado desapercibidas a la crítica y a los lectores. En esta nota nos proponemos enumerar algunos de esos títulos, recomendando vivamente su lectura, y poniendo el acento en el papel irrelevante que la mujer ocupa en una Historia narrada –y protagonizada- tantas veces por los hombres.

Entre dos mundos (2014), de Margarita Maldonado



Un libro escrito por una mujer Selk'nam que acaba de conocer una reedición este mismo año. Se titula "Entre dos mundos. Pasado y presente de los habitantes Selk'nam-Haush de Tierra del Fuego", su autora es Margarita Maldonado y fue publicado por primera vez en 2014 por Editora Cultural de Tierra del Fuego. Esta obra incluye interesantes fotografías sobre las costumbres y tradiciones del pueblo Selk'nam. Desde las famosas representaciones de la ceremonia del Hain que inmortalizó Gusinde en 1923, hasta ilustraciones actuales de los diferentes ornamentos utilizados por los Selk'nam y fabricados con piel de guanaco, plumas de pájaros o caparazones de caracoles. También contiene una explicación y el significado de las pinturas faciales, de gran complejidad y enorme simbolismo. Margarita Maldonado es además una reputada artesana que ha volcado en el libro sus ancestrales conocimientos, incluyendo un manual de cestería, arte en el que son maestros los Selk'nam. Busquen el libro, y léanlo, merece la pena.

Los dueños de la tierra en la Patagonia austral (1995), de Elsa Mabel Barbería

Un libro imprescindible para entender el sistema de reparto y la formación del latifundismo en el sur de América es “Los dueños de la tierra en la Patagonia Austral, 1880-1920” de la doctora Elsa Mabel Barbería. La historiadora analiza el avance de la “frontera ovina” en la provincia argentina de Santa Cruz, llevando a cabo un estudio minucioso y detallista que le ocupó doce años, demostrando que “a mejores tierras correspondieron menores precios y exigencias, mayores posibilidades de acceso a la propiedad, grandes superficies, escasas inversiones y libre elección del sitio”. La tierra arrebatada al pueblo Aónikenk pasó a ser propiedad de los grandes terratenientes que, tanto en Chile como en Argentina, monopolizaron millones de hectáreas en su poder. El indígena "se convierte en un estorbo. De ser considerado pacífico, hospitalario y humilde por los viajeros pasará a ser indolente, vago, ignorante y ladrón a ojos de los ganaderos y gobernantes". En Puerto Deseado, por ejemplo, las tierras que habían sido del cacique Orkeke se las adjudicaron Mauricio Braun y Emilio Anchorena, después eso sí de que la región hubiera sido "limpiada de indios" por el ejército. Editado en 1995 por la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, es de consulta obligada para todo aquel que pretenda estudiar la Historia de la Patagonia. Desgraciadamente, es un libro casi inencontrable pero por eso mismo la búsqueda merece la pena.

Historia de la Patagonia (2005), de Susana Bandieri

Susana Bandieri en "Historia de la Patagonia" investiga las verdaderas motivaciones de Roca y sus generales para emprender la sangrienta “campaña del desierto“, que supone toda una declaración de intenciones por parte de los ideólogos de la misma, asimilando el término “al predominio de la barbarie o, lo que es lo mismo, a un espacio vacío de civilización”. Bandieri insiste en el mal reparto de la tierra pública que dio lugar al gran latifundio y que benefició a los “amigos del poder”. En sus más de cuatrocientas páginas, la autora, doctora en Historia, propone un enfoque político, económico y cultural para entender el pasado y el presente de la región en su conjunto. Un clásico imprescindible.

Cristina Calderón, memorias de mi abuela Yagán (2016), de Cristina Zárraga

La autora vivió durante 10 años con Cristina Calderón, una abuela yagán reconocida por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile como Tesoro Humano Vivo. Durante todo ese tiempo recopiló historias y relatos del pueblo Yagán que le sirvieron para escribir sobre medicina, costumbres, lenguaje, etc. En esta biografía, Zárraga rememora los tiempos en los que los yaganes todavía llevaban un modo de vida tradicional, navegando por los canales e islas de Tierra del Fuego. La autora insiste en la existencia actual de los yaganes, cada vez más orgullosos de la historia  de su pueblo ancestral: “La comunidad yagan es un grupo de familias y somos varios los nietos de mi abuela que tenemos hijos. A nuestros ancianos siempre les dicen que son los ‘últimos’ y nunca es así. Yo quiero terminar con ese eslogan”.

Allá en la Patagonia (1999), de María Brunswig de Bamberg

La vida de una familia de emigrantes de origen alemán en el sur argentino durante la década de 1920, contada a través del propio diario de la autora y de la correspondencia de su familia. Su marido, Hermann Brunswig, que había sido militar en la I Guerra Mundial, tras la derrota lo perdió todo y se marchó a la Patagonia. Allí trabajaba como capataz y en la casa de la estancia vivió con su mujer y sus tres pequeñas hijas. El libro es un relato de las duras condiciones de vida en aquellos apartados lugares, sufridas especialmente por las mujeres. La familia regresó a Alemania justo para asistir al ascenso del nazismo y las persecuciones a los judíos, por lo que decidieron volver a Argentina.