11 de agosto de 2015

"Menéndez, rey de la Patagonia": la opinión de los lectores


Nada hay más importante para un escritor que la opinión de sus lectores, por encima de los reportajes y artículos de los medios de prensa y la crítica especializada. Cuando en 2007 me aventuré a escribir “Menéndez, rey de la Patagonia”, solo, sin ayudas de ningún tipo, robándole el tiempo a mi familia y amigos, pagándome de mi bolsillo hasta el último céntimo del dinero empleado en la investigación, ni siquiera sabía si llegaría a verlo impreso algún día. 
  Por eso, cuando se cumple un año de su publicación, primero en Chile (Editorial Catalonia) y después en Argentina (Editorial Losada), los comentarios de aquellos que lo han leído justifican con creces todo el esfuerzo realizado. 

Librería Marcopolo, El Chaltén

"Gran obra la del libro de Menéndez que has realizado. Era y es necesario".
CVC, Punta Arenas, Chile

"Quiero felicitarlo de manera muy especial por esta obra cuyo rigor científico equipara a la monumental obra “Los vengadores de la Patagonia Trágica” de cuatro tomos de Osvaldo Bayer"
EP, Rosario, Argentina


"Se nota el trabajo, la dedicación, la objetividad. Se agradecen los documentos y las pruebas, ya que para mí hasta este minuto era sólo una leyenda que corría a través de las generaciones familiares. No cambiará el mundo entero pero cambiara de seguro los mundos de muchos"
AVB, Santiago, Chile

"Libro básico para denunciar los atropellos de las grandes familias de ganaderos de la Patagonia. Sin duda se convertirá en un libro de referencia para todos nosotros"

PG, París, Francia

"Muy buen libro, un estudio acabado y bien argumentado de cómo exterminaron a muchos de nuestros antepasados aborígenes cual se tratara de una competencia de caza"
ML, Temuco, Chile

"El libro lo considero un aporte invaluable a la búsqueda de por lo menos un poco de reparación histórica de nuestros pueblos originarios"

AVT, Punta Arenas, Chile

"Excelente y necesario aporte a la historia de Tierra del Fuego"
ABS, Río Grande, Argentina



"Estoy leyendo con sumo interés su libro, me parece interesantísimo y además desolador"
JD, Buenos Aires, Argentina

"Terminando de leer "Menéndez, rey de la Patagonia", absolutamente recomendable. Y de cómo no hemos aprendido nada. La cruel realidad"
MB, Osorno, Chile

"Un libro que todo patagónico debería leer"
CC, Río Gallegos, Argentina

"Una nueva visión de lo que realmente sucedió"

KEM, Punta Arenas, Chile

"Tu libro está empezando a abrir un debate interesante y necesario en nuestra región"

GB, Punta Arenas, Chile

"Excelente libro"
LB, La Serena, Chile

"El autor no escabulle cuestionar las afirmaciones de la historia tradicional aportando una gran cantidad de fuentes, testimonios, documentos, noticias de periódicos y una abundante bibliografía para entregar al lector una mirada de la historia de la Patagonia muy difícil de encontrar en los historiadores chilenos"
LMP, Castro, Chile


En una gran cadena de librerías de Buenos Aires

"No puedo dejar de leer un capítulo cada día. Te quiero felicitar y agradecer la rigurosidad con la que has investigado el tema. Es el único libro que presenta un panorama completo, investigado y sustancial de la cuestión que se propone revelar. De ahora en adelante, nunca más sentiré lo mismo cuando visite la Patagonia"
GC, Buenos Aires, Argentina

"Lejos de ser otro libro sobre los temas patagónicos, representa un sustancial aporte a la bibliografía especializada"

MAM, Buenos Aires, Argentina

"Lo leí y me encantó. Una nueva visión de lo que realmente sucedió"
KEM, Punta Arenas, Chile

"Excelente libro, me has hecho sufrir y tener rabia pero también alegrías. Lo recomiendo al 100%. Que nunca muera la memoria de nuestros indígenas"
CR, Melipilla, Chile

"Un gran aporte a la historia de la Patagonia, Chile y Argentina. Ojalá continúes con tus investigaciones sobre ese maravilloso lugar. ¡Gran trabajo!"
SV, Punta Arenas, Chile

"Me ha generado interés desde siempre la verdadera historia, la que al fin está en mis manos"
JIV, Viña del Mar, Chile

"Apasionante y objetivo"
AC, Córdoba, Argentina


"Felicitarlo por su libro. Es un gran valor para Magallanes y ojalá sirva para hacer conciencia de lo que realmente eran los Menéndez-Braun. Yo vivo en la calle con el nombre del genocida y estudié en un liceo con su mismo nombre…en fin… ¡gracias!
GS, Punta Arenas, Chile

"Usted ha conseguido la unidad de lo disperso; un laburo de campo de primera y transpirar la camiseta"
TA, Punta Arenas, Chile

"Estoy leyendo tu libro y me ha gustado muchísimo. Felicitarte"
ACN, Punta Arenas, Chile

"Gracias por encender un fuego que sé llevará a cambios importantes en el corto/mediano plazo en Magallanes"
JA, Punta Arenas, Chile

"Felicitaciones por esa investigación tan extraordinaria"
MD, Puerto Madryn, Argentina

En Librería Entrepáginas, de Punta Arenas

"Es una muy buena investigación de muchísimas fuentes, una puesta en orden con las respectivas críticas a unas y a otras. Está bueno y hacía falta"
HRO, Barracas, DF, Argentina

"Me compré el libro. Está buenísimo. Impacta, duele"

JSB, Coyhaique, Chile

"Excelente investigación. La verdad aflora en este libro, es un aporte a la reparación de nuestra historia. Lo recomiendo al 100%"
FT, Concepción, Chile

"La formidable tarea de investigación que ha realizado es excepcional. Las notas y citas bibliográficas dejan pocas dudas en cuanto a cómo acaecieron los hechos a lo largo de tantos años"

CL, Santiago, Chile

"Libro que ubica a José Menéndez en el lugar histórico que le corresponde: empresario inescrupuloso y genocida"
JMV, Santiago, Chile

"Al leer “Menéndez, rey de la Patagonia” veo que nuestra civilización es producto de su propia barbarie"
GC, Talcahuano, Chile



"Buen libro. Me sirvió para conocer los bruscos virajes de Señoret y para conocer la maraña de relaciones con Santiago"
AR, Santiago, Chile

"Una obra que aporta de manera significativa a la memoria histórica de nuestra región"
RC, Santiago, Chile

"Uno de los mejores libros que he leído en años"
DAC, Puerto Natales, Chile

"Gracias por escribir sobre tan importante tema y con ello enaltecer a las etnias originarias de la Patagonia que son ricas en cultura"
PP, Punta Arenas, Chile

"Lo que los historiadores chilenos no se atrevieron a publicar lo hace el español José Luis Alonso"
NAS, Castro, Chile

"Tremenda investigación y gran documentación de consulta"
OB, Puerto Deseado, Argentina

"Impecable publicación"
SA, Río Grande, Argentina

"Felicitaciones por la publicación de su último libro que por fin desenmascara a la partida de filibusteros de Magallanes y toda esa cuadrilla de aprovechadores"

EB, Calbuco, Chile

Librería Rayuela, Río Grande

"¡Excelente libro! Recomendable para quienes nos interesa la historia de los colonos"
CMA, Santiago, Chile

"Muy interesante y crudo, la depredación y depravación en la zona fue terrible, imprescindible"
CD, Santiago, Chile

"Hace años que no me devoraba un libro con tanta pasión"
HOP, Ushuaia, Argentina

"Acabo de leer “Menéndez, rey de la Patagonia” y quedé con un rechazo visceral a todos esos personajes civilizadores"
SEB, Argentina

"Absolutamente recomendable. Y de cómo no hemos aprendido nada. La cruel realidad"
MB, Chile

"Me sorprende saber que la historia que había leído era solo una parte pero que consta de muchos más capítulos, obviamente los que pocos quieren o se atreven contar"

GC, Valparaíso, Chile

"Es el mejor libro que he leído en mucho tiempo. Estremecedor, vocero sin censura, completo en toda su información".
DTR, Puerto Varas, Chile

"El libro es invaluable por el aporte que hace al reconocimiento del genocidio de los pueblos originarios de la Patagonia y al rol de los hacendados que fueron multiplicando sus explotaciones y sus ganancias"
VG, Buenos Aires, Argentina

Frida, "husmeando" el libro en Buenos Aires




9 de agosto de 2015

De Agostini, el salesiano que censuró su propio libro

Alberto María de Agostini fue un sacerdote salesiano, nacido en 1883 en el pueblo de Pollone, en la región de Piamonte, una zona montañosa del norte de Italia. Como tantos otros jóvenes italianos de la época, ingresó en la congregación salesiana y se embarcó para América del Sur, adónde llegó en 1910. Rápidamente destacó por sus cualidades físicas e intelectuales, que le llevaron a realizar importantes expediciones por las montañas de los Andes y a explorar la zona central de Tierra del Fuego, donde todavía mantenían su modo de vida tradicional los últimos selk’nam.
De su convivencia con los pueblos originarios del sur de América nos han llegado valiosas fotografías e interesantes escritos sobre su cultura y sus costumbres. Es autor del documental “Terre Magallaniche”, que recoge impactantes imágenes de la Patagonia y Tierra del Fuego tomadas entre 1915 y 1930, incluyendo escenas de esquila filmadas en la estancia “José Menéndez”.

El padre Agostini con el selk'nam Pachek en Tierra del Fuego
De Agostini también se horrorizó al conocer cómo habían sido perseguidos y asesinados por los terratenientes ganaderos miles de hombres, mujeres y niños, hasta el punto de su casi total extinción como pueblo. Los relatos de las matanzas los supo al recorrer la Tierra del Fuego muy poco tiempo después de las cacerías y recoger los testimonios tanto de sus compañeros, misioneros de la primera hora, como de algunos de los nativos sobrevivientes. El conocimiento adquirido en sus viajes y exploraciones los volcó en sus libros, cartas y relatos.  En sus obras más importantes es donde De Agostini narra algunas de sus ascensiones más memorables, como la del Monte Olivia (Caioataca en lengua yámana), y añade estudios etnográficos de los indígenas del archipiélago fueguino.


Mujeres selk'nam recolectando moluscos en 1923 no lejos del cabo Peñas

Nos vamos a detener en el libro "Mis viajes a la Tierra del Fuego" que, desde su publicación en 1929, ha sido reeditado en numerosas ocasiones con distintos títulos, como “Treinta años en Tierra del Fuego”. En concreto en el siguiente párrafo, toda vez que el propio misionero salesiano lo auto-censurará en sucesivas ediciones:

“Desgraciadamente prestaron fe las autoridades a todas estas patrañas de crueldades de los indios onas, y mandaron tropas a la Tierra del Fuego para reducirlos a esclavitud. Enteras tribus de indios fueron perseguidas, acosadas, cercadas, hechas prisioneras y arrebatadas sus tierras para llevárselas a Punta Arenas como rebaños, bajo el pretexto de sacar a los infelices de la miseria en que vivían, y darles el alimento y vestido de que carecían. La responsabilidad de esta guerra de exterminio contra los indios onas recae, en gran parte, sobre el gobernador don Manuel Señoret, que en aquel tiempo gobernaba el territorio de Magallanes. Para tutelar los intereses de algunos señores a quienes el gobierno chileno había alquilado grandes extensiones de terreno en la Tierra del Fuego, y además por odio a los Misioneros Salesianos, que quería expulsar de la isla Dawson para tomársela él, favoreció de la más indigna y cruel manera la persecución contra los indígenas, sometiéndolos a indecibles torturas y favoreciendo su destrucción. (…) fueron hechos prisioneros y llevados a Punta Arenas, donde después de haberlos expuesto al ludibrio del populacho, haciéndoles desfilar casi desnudos por las calles de la ciudad, fueron repartidos entre las personas que los pidieron, sin preocuparse de la honradez de los peticionarios. Hubo escenas desgarradoras al momento de la separación, entre padres e hijos, que no lograron conmover el ánimo cruel de aquel gobernador, y la mayor parte de esos jóvenes acabaron víctimas de las más abyectas pasiones (Página 244)”.



El padre De Agostini visitando una toldería aonikenk, hacia 1930


Tras la publicación de la primera edición del libro, Octavio Señoret Silva, senador de la República chilena, presidente del partido radical e hijo del ex gobernador Manuel Señoret, le pidió al todopoderoso Mauricio Braun que presionara al salesiano para que se retractara públicamente de todo lo que había escrito sobre su padre, limpiando así su buen nombre. De Agostini no tuvo más remedio que claudicar y suprimir el párrafo antes citado, que no volverá a aparecer en las posteriores reediciones de su obra. Así lo confirma él mismo, en una carta dirigida al mismísimo Mauricio Braun y fechada el 20 de junio de 1936 (Archivo Central Salesiano):

“será mi empeño el suprimir de mi libro la nota de referencia y evitar, en lo sucesivo, que se publiquen documentos históricos que puedan perjudicar de algún modo al señor Señoret”.

Moritz Braun, el todopoderoso terrateniente de la Patagonia

Este servilismo del religioso estaba plenamente justificado puesto que no hay que olvidar que, para esa época, la Sociedad Explotadora de la Tierra del Fuego, bajo la dirección de Moritz Braun, era la principal financista de la congregación salesiana. El padre Lorenzo Massa lo tenía muy claro: “por más que sean ciertos los cargos que se le hacen, nosotros no los podemos citar” (Carta de Lorenzo Massa a Raúl E. Entraigas, Punta Arenas, 3 de junio de 1938, Archivo Central Salesiano). Más aún, Massa escribe "Ni el padre De Agostini ni la congregación ganarán nada con que todo el mundo sepa que pudo haber alguna incorrección en la actitud del señor Don Mauricio Braun al publicar en un diario que había llamado al padre De Agostini para pedirle que arrancara una página de su obra".

Como la mayoría de los misioneros salesianos, De Agostini pasó los últimos años de su vida en su retiro en la residencia de Turín, donde moriría en 1960. Dicen los que lo conocieron entonces que su semblante estaba siempre triste y su mirada permanecía perdida en la lejanía. Quizá se acordaba de aquel día aciago en el que había tenido que ceder ante el poder del dinero y silenciar sus propias palabras. A cambio de tan poco.


Dedicatoria de Agostini, ejemplar conservado Biblioteca Nacional de España