En noviembre de 2016 tuve el privilegio de
participar en la XVII Feria del Libro de Chiloé para presentar mi libro
"Menéndez, rey de la Patagonia". Además, fui invitado a dar varias charlas a los alumnos y alumnas de los liceos de Castro. Uno de los temas tratados
fue "Chiloé y la Historia de la Patagonia". Les compartimos en este
blog las imágenes utilizadas en esas exposiciones, que ponen de relieve la
tremenda importancia y el enorme protagonismo de las mujeres y los hombres
chilotes en la Historia de la Patagonia. Como los de esta fotografía, peones de las estancias María Behety y José Menéndez de Tierra del Fuego, que posan para la cámara en los años 40 del siglo pasado, sonrientes, orgullosos.
La "Tabla Geographica del Reyno de Chile", de 1646, es uno de los mapas más antiguos que se conservan y en el que, en la parte de abajo, aparece dibujada la isla de Chiloé en posición "acostada". Esto se debe a que, para la época, muchos mapas se orientaban hacia el Este, no hacia el Norte. La Tierra del Fuego tiene contornos imprecisos dado el poco conocimiento que se tenía sobre su geografía y sus habitantes, que aparecen dibujados con gran derroche de imaginación.
El 21 de septiembre de 1843 Chile tomaba
oficialmente posesión del estrecho de Magallanes. La goleta "Ancud"
al mando de John Williams, un marino británico al servicio de Chile, partió de
Chiloé con una tripulación compuesta mayoritariamente por chilotes, que
formaron además el grueso de los primeros colonos en la Patagonia. Este óleo que representa Fuerte Bulnes, con las nevadas montañas de Tierra del Fuego al fondo, fue pintado por Alessandro Ciccarelli en 1848 y se conserva en el Museo Regional de Magallanes en Punta Arenas.
La "Tabla Geographica del Reyno de Chile", de 1646, es uno de los mapas más antiguos que se conservan y en el que, en la parte de abajo, aparece dibujada la isla de Chiloé en posición "acostada". Esto se debe a que, para la época, muchos mapas se orientaban hacia el Este, no hacia el Norte. La Tierra del Fuego tiene contornos imprecisos dado el poco conocimiento que se tenía sobre su geografía y sus habitantes, que aparecen dibujados con gran derroche de imaginación.
El 18 de diciembre de 1848 es la fecha oficial de
la fundación de Punta Arenas, cuando la incipiente colonia chilena sobre el
estrecho de Magallanes se trasladó desde Fuerte Bulnes a su actual ubicación.
El nombre se debe a John Byron, que bautizó el lugar como Sandy Point en el
siglo XVIII debido a las arenas que acarrea el río de las Minas. Los primeros
habitantes fueron un heterogéneo grupo de colonos procedentes de Chiloé,
soldados destinados al servicio de armas, relegados con sus familias, marineros
varados en tierra, todos ellos verdaderos pioneros que con su trabajo y su voluntad
pusieron en pie la ciudad. Los primeros habitantes de Punta Arenas mantuvieron pacíficas relaciones con los
Aónikenk, que venían a comerciar a la ciudad. Más tarde llegarían los
emigrantes europeos, transformándola en una localidad cosmopolita e universal;
españoles, franceses, suizos y sobre todo croatas, a los que les cabe el mérito
de haber construido piedra a piedra las calles de la ciudad, en un esfuerzo
titánico. Punta Arenas, la hermosa ciudad a orillas del estrecho de Magallanes aparece aquí en una de las fotografías más antiguas que se conservan, tomada por el francés Paul-Émile Miot en 1868.
Los trabajadores rurales, la mayoría Chilotes,
estuvieron durante décadas sometidos a un perverso sistema de explotación
laboral. Los jornaleros de las estancias eran trasladados en barcos desde
Chiloé para trabajar en la esquila, obligados a agotadoras e interminables jornadas de trabajo,
hacinados en barracones insalubres, sin asistencia médica, sin poder traer a
sus familias. Mientras los grandes terratenientes cobraban en libras
esterlinas, a los trabajadores se les pagaba en vales y fichitas de la sociedad
ganadera, en lugar de pesos corrientes.
En enero de 1919 en Puerto Natales (Chile) se llevó
a cabo una protesta de los obreros del frigorífico, propiedad de la Sociedad
Explotadora de Tierra del Fuego, solicitando una rebaja del coste de los
artículos de primera necesidad que suministraban las casas de comercio
mayoristas. El administrador de la empresa disparará contra un dirigente
sindical, matándolo, y a consecuencia de las escaramuzas con los carabineros
morirán seis obreros y cuatro policías. La casa de comercio de Braun &
Blanchard es incendiada, acusada de inflar los precios de las mercaderías
básicas. Un batallón del ejército chileno y fuerzas de la policía argentina
pondrán fin violentamente a la denominada “Comuna de Natales”. Fueron
detenidos una treintena de trabajadores, condenados a largos años de prisión
debido a las presiones de la empresa, que pedía penas severas para que sirviera
de escarmiento a quienes pretendiesen en el futuro soliviantar el orden.
El 27 de julio del año 1920 se produjo el asalto e
incendio del local de la Federación Obrera de Magallanes (F.O.M.) en Punta
Arenas, provocando una masacre entre los trabajadores que allí se encontraban.
El salvaje ataque fue llevado a cabo por las “guardias blancas”, formadas por
militares, policías y empleados pertenecientes a la ultraderechista Liga
Patriótica y nombradas así en homenaje a los ejércitos zaristas que habían sido
derrotados por los comunistas en la guerra civil rusa. Los
grandes terratenientes de apellidos "ilustres" respondían así con
toda su violencia contra un movimiento obrero que recién comenzaba a
organizarse para exigir unas condiciones dignas de trabajo a sus patrones. La
historia oficial borró de un plumazo las reivindicaciones obreras y trató de
imponer una visión idealizada del pasado, que enseña que los pobres no deben
rebelarse contra las grandes fortunas, fulminándose el cuestionamiento del
orden desde abajo. Pero las fotografías de la época nos hablan de una lucha
digna y valiente de hombres y mujeres que aspiraban nada más y nada menos que a
una sociedad mejor.
La legendaria protesta de estos
obreros chilotes, que fueron capaces de mirar de frente a sus patrones, y
liderar, junto a trabajadores argentinos y europeos, las Huelgas
Rurales de 1921 en Santa Cruz (Argentina), figura ya en los anales de la historia del movimiento obrero.
Solo la fuerza de las armas los pudo someter. Las justas protestas de los
jornaleros terminarán en un baño de sangre, con un millar de obreros asesinados
por el ejército argentino sin que las autoridades en Chile, ni civiles ni
religiosas, protestaran lo más mínimo.
Esquiladores, velloneros, campañistas, alambradores, cocineros, domadores, miles de hombres han trabajado a lo largo de la Historia en las estancias de la Patagonia y Tierra del Fuego, lejos de su familia, sometidos a durísimas condiciones de vida y de trabajo, cobrando unos sueldos ínfimos en relación a su tremendo esfuerzo. La fotografía fue tomada por Grégoire Korganow en 2003, y refleja la sabiduría atesorada en ese rostro de hombre curtido por el viento incesante de la Patagonia.
Esquiladores, velloneros, campañistas, alambradores, cocineros, domadores, miles de hombres han trabajado a lo largo de la Historia en las estancias de la Patagonia y Tierra del Fuego, lejos de su familia, sometidos a durísimas condiciones de vida y de trabajo, cobrando unos sueldos ínfimos en relación a su tremendo esfuerzo. La fotografía fue tomada por Grégoire Korganow en 2003, y refleja la sabiduría atesorada en ese rostro de hombre curtido por el viento incesante de la Patagonia.
En 1988 el genial fotógrafo holandés Robert Vander Hilst visitó la Tierra del Fuego e inmortalizó a los peones de la
estancia María Behety. Entre los fotografiados estaba Pedro Coñocar de Calbuco.
En la instantánea el fotógrafo consiguió atrapar una mirada que simboliza a
todos los trabajadores rurales de las estancias de la Patagonia, muchos de ellos chilotes. Hombres con
las manos partidas a causa del duro trabajo en el campo y el rostro curtido y
quemado por el frío viento fueguino, siempre a la intemperie, pensando en la
familia que quedó en Chiloé, en otras provincias de Chile o del norte de
Argentina. Durante un siglo, con su duro trabajo y sus terribles condiciones
laborales, estos hombres contribuyeron a que un puñado de terratenientes se
hicieran inmensamente ricos a su costa. La familia Braun-Menéndez llegó a
poseer cuatro millones de hectáreas mientras que sus jornaleros ni siquiera
tenían derecho a una pensión de jubilación cuando el cuerpo ya no daba para
trabajar más. A pesar de que no figuran en los libros de historia, ellos
hicieron grande la Patagonia.
A pesar su enorme protagonismo en la colonización y
desarrollo de la Patagonia, los hombres y mujeres chilotes han
sido deliberadamente excluidos de los libros oficiales, hasta el punto de
que en 1997 el geógrafo francés Philippe Grenier escribía: "Su
aportación ha sido tan poco digna de atención por parte de la historia "oficial"
que incluso una extensa obra como "Historia de la región magallánica"
de Mateo Martinic no consagra en sus 1.424 páginas ni un solo párrafo a la
aportación de los chilotes a la colonización de la Patagonia; es como si fueran
tan comunes como el aire y el agua...". En la imagen, cruces en Caleta Tortel, que recuerdan la muerte en 1903 de más de sesenta trabajadores chilotes que, contratados por la Compañía
Explotadora del Baker, detrás de la que se encontraban capitales de poderosos
empresarios de Santiago y Valparaíso, fueron abandonados a su
suerte sin apenas provisiones durante varios meses. El escritor Mauricio Osorio Pefaur es autor de un excelente libro "La tragedia obrera del Bajo Pisagua. Río Baker, 1906" (Ediciones Ñire Negro, 2015) que rescata la memoria de estos humildes trabajadores chilotes.
La inauguración en 2013 del "Monumento a la
Goleta Ancud" en Punta Arenas reparó en parte esta injusticia histórica de olvido del aporte chilote a la colonización de la Patagonia. Sin embargo el
proceso no estuvo exento de polémica al proyectarse esculturas de hombres con
rasgos nórdicos, parecidos a superhéroes, que nada tenían que ver con la
fisonomía de los marineros chilotes que llegaron a Magallanes. La fotografía
del monumento ha sido cedida amablemente por los autores del blog "Las aventuras
de Rubik".
BELLO REPORTAJE.....GRACIAS
ResponderEliminarLA RIGUROSIDAD ANTE TODO,
ResponderEliminar1.- La población de Magallanes se formó por inmigrantes que ocuparon el territorio de selknams, haush, aonikenks, kawesqar y yámanas.
2.- La mayoría de los inmigrantes fueron de origen chilote y de otras provincias chilenas, especialmente las mujeres.
3.- Entre los extranjeros, las primeras minorías fueron austro-húngaros o yugoslavos (croatas), españoles, franceses, italianos y británicos, aunque la mayoría de éstos fueron residentes temporales.
En 1905 un 40% de los habitantes habían nacido en Magallanes y la mayoría era hijo de chilote o chilota.
Un 23 % era chilotes
Un 11% eran austro-húngaros (principalmente croatas)
Un 5,5% británicos y
Un 5,3% españoles.
...
y agradecido de todo tu trabajo.
Mi padre, de preadolescente (14a), vino en busca de un mejor pasar desde Castro, Chiloé; en ocasiones me contó las duras condiciones de vida que tuvo que atravesar. Orgulloso soy de mi descendencia chilota-indigena...
ResponderEliminar